05/11/2020
A más de medio siglo de la invención de los métodos anticonceptivos modernos, aún circulan mitos que limitan su eficacia y producen errores en el cuidado anticonceptivo, por esto es importante conocer las características de los métodos principales, para tomar una decisión responsable y efectiva.
Anticonceptivos Orales
Existe una gran variedad de pastillas anticonceptivas. Los métodos anticonceptivos orales por lo regular traen efectos secundarios para la mujeres, por eso es importante que con la ayuda de un especialista de salud te sometas a exámenes y que sea el doctor que te recomiende las pastillas ideales para ti. Alguna vez hemos escuchado la necesidad de hacer pausas o descansos en la toma de las pastillas. La Organización Mundial de la Salud afirma que los descansos son perjudiciales para las mujeres que toman pastillas ya que interrumpen la protección anticonceptiva, obligan a la pareja a utilizar otros métodos que les son menos familiares, cómodos o confiables, y facilitan la reaparición de efectos adversos al reiniciar la toma de sus pastillas.
Dispositivo Intrauterino (DIU)
Es popularmente asociado con frecuencia a la producción de diferentes enfermedades. Uno de los mitos más comunes respecto a este, es que produce cáncer, mientras que muchos profesionales comparten la falsa creencia de que aumenta el riesgo de embarazo fuera de lugar así como el riesgo de infecciones, ambas creencias han sido ampliamente refutadas en la literatura científica internacional. “Debemos tener en cuenta que se trata de uno de los métodos anticonceptivos más efectivos, y que se puede utilizar de manera segura en situaciones especiales como ser el posparto inmediato, después de un aborto, como lo sugiere la OMS o incluso en mujeres que aún no han tenido hijos, si es el método que ellas han elegido”, comenta la Dra. Karina Iza, médica ginecóloga del CELSAM.
Preservativo
El mito que gira entorno a este método es la disminución del placer, se dice que aprieta y que se rompe muy fácilmente. La industria, sin embargo, somete a los preservativos a altos estándares de controles de calidad. La causa más frecuente de su ruptura, sin embargo, son los errores en la técnica de la colocación. Entre los profesionales, el preservativo es el método más recomendado, pero suele incurrirse en el error de indicar su uso como si se tratara de una prescripción, que el paciente debería acatar sin tener en cuenta los derechos de las personas a elegir su forma de cuidado y las dificultades reales que muchas mujeres enfrentan al momento de pedirle a su compañero que lo utilice.