08/10/2020
Por estas razones es necesario adoptar medidas para erradicar esta problemática. Especialistas coinciden en que la mejor manera es adoptar un buen régimen alimenticio y realizar ejercicio físico.
Te ofrecemos algunas dietas y tips alimenticios para reducir esas libritas de más o para mantenerte en tu peso ideal.
El concepto de dieta implica la regulación de lo que ingerimos y combinar los alimentos de forma equilibrada, para que no le falte nada al organismo. Dentro de una dieta normal y saludable debe primar la equidad a la hora de combinar los alimentos.
Deben estar presentes los hidratos de carbono, ya que estos proporcionan el 50 por ciento del aporte energético total diario. Conviene que sean carbohidratos complejos, como pastas, arroz, pan y legumbres. Las frutas y verduras, ricos en fibra, nos aseguran las suficientes vitaminas y minerales.
Las grasas o lípidos brindan aproximadamente el 35 por ciento del aporte energético total. Son más recomendables las grasas de origen vegetal, como frutos secos y aceite de oliva. Las proteínas ayudan a regenerar el tejido del organismo. Bien podría ser de origen animal.
Cuidado: Dieta South Beach
Esta rutina alimenticia plantea eliminar el consumo de carbohidratos, sin embargo esto no es recomendado por especialistas de salud. Es una dieta por fases. En la primera etapa se eliminan, en su totalidad, los carbohidratos simples y azúcares. En la segunda fase se pueden comer ciertos alimentos con carbohidratos, como arroz o pasta, pero reduciendo las cantidades.
Han surgido posiciones encontradas con relación a esta dieta, debido a que resulta eficaz para adelgazar, pero algunos especialistas coinciden en que no es conveniente eliminar el consumo de todos los alimentos que poseen carbohidratos, ya que estos son los que aportan energía al cuerpo. La reducción de este tipo de alimentos podría acarrear múltiples males al organismo.
Dieta Mediterránea
Este tipo de dieta consiste en consumir alimentos basados en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos, especialmente España, Italia y Grecia. Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productos vegetales, frutas, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales, siendo el trigo el alimento base, el aceite de oliva como grasa principal, un mayor consumo de aves y pescado que de carnes rojas y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.